viernes, 23 de octubre de 2009

Capitulo 4: Sarko y el resto






Hoy, me he venido la inspiración por obra y gracia de una foto muy graciosa que he visto en el despacho de mi jefe y he decido hablaros un poco de la política de este país (un asunto que me apasiona y que debo reconocer que gracias a la lectura de las noticias políticas he podido mejorar mucho mi français). Cuando uno habla de política en Francia, un nombre nos viene rápidamente a la cabeza, el de Nicolas Sarkozy, el hombre que desde 2007 rige los destinos de la France. Sarko, aparte de ser Président de la République también es presidente del Consejo Constitucional, del Audiovisual, Protector de la Academia francesa, Jefe supremo del Ejército, y copríncipe de Andorra. Y no contento con todos estos cargos, tiene un enorme poder, mayor incluso que el del presidente de los Estados Unidos de América. Tal acumulación de poder ha dado lugar a que Francia sea considerada por muchos como una monarquía repúblicana. Y nuestro querido Sarko con su régimen personalista y recientemente el intento de colocar a su hijo al frente de la Défénse han hecho que la V república sea llevada a su máximo extremo.


En 2007 Sarko se presentó ante los franceses con un lema "Juntos todo es posible" y una premisa, la del cambio. Con él nada volvería a ser como antes. Los grandes ejes de su programa: la seguridad y la economía. Sarko despertó mucha ilusión entre los franceses, sobre todo entre los apolíticos (que no siempre votan al mismo) y cierto electorado socialista descontento con el anquilosamiento y las luchas de poder en su partido. Pero de pronto, esa ilusión se transformó en desencanto. El índice de popularidad de Nico oscila entre el 35 y el 40%.


Desde que llegó el poder Sarko se ha dedicado fundamentalmente a dos cosas: crear impuestos (20 en sus dos años de mandato) y deteriorar los servicios públicos. En un país donde los llamados servicios de interés general son prácticamente sagrados (la electricidad y el gas son gestionados por el estado), los intentos de Sarko por privatizar servicios como Correos no han sentado muy bien a la opinión pública. Entre sus "grandes creaciones" también está el Ministerio de la Inmigración, el desarrollo, la cooperación y sobre todo la Identidad Nacional (que digo yo, que para que la meten en el ministerio. Puede ser para que haya funcionarios en los partids de fútbol, y se aseguren de que toquen bien la Marsellesa) . Pero bueno a lo que íbamos, en la actuaidad el Ministro de Inmigración es nada menos que un ex-socialista llamado Eric Besson (cotilleo: ha dejado a su mujer para liarse con una estudiante turca), lo que es la vida. Hubo un tiempo en el que el amigo Besson decía que Sarko era un francés de orígen húngaro y con pasaporte américano. En fin (algún día os hablaré de los lios de los políticos franceses que son de agárrate y no te menees) Pero esto no es lo peor.


La obsesión por la seguridad y el control han estado presentes en el discurso del Presidente desde su época como Ministro del Interior. Alguno incluso ha llegado ha decir, que Francia se ha convertido en un Estado Policial en el que las libertades individuales cada vez se estan restringiendo más. Sarko está obsesionado por tenerlo todo bajo control. Vayan dos ejemplos. Uno la Ley HADOPI (sobre las descargas ilegales) que tras pasear innumerables veces por el congreso, el senado y el Consejo Constitucional (en Francia todas las leyes parlamentarias deben ser ratificadas por él), al fin parece que va a entrar en vigor. La ley en cuestión pretende vigilar todo el tráfico informático de Francia para detectar las posibles descargas ilegales. Hasta ahí, pues bueno. El problema está, en que con esta vigilancia HADOPI (que son las siglas del organismo encargado de esta vigilancia) podrá controlar la navegación de todos los ordenadores, con lo cual el Estado va a saber perfectamente en qué páginas te metes, qué escribes, que subes a la red... Violando la privacidad de los usuarios a la hora de navegar libremente por Internet.


El segundo, la prensa. En muchas ocasiones los franceses hablan de ella como la "prensa a las órdenes". No es que el gobierno controle directamente a los medios de comunicación (a la excepción del ente público, claro). Sino que muchos delos dueños de los grandes grupos de comunicación son íntimos amigos del presidente. Por ejemplo, Martin Bouygues, que no contento con tener una compañía de telefonía móvil, es también el dueño de TF1, la principal cadena generalista de Francia. Boygues es el padrino del hijo menor de Sarko. Luego tenemos a Vincent Bolloré propietario de la versión francesa del diario Metro, y patrón del canal de TDT Direct 8. El amigo Bolloré le prestó a Sarko su yate durante el viaje que hizo a Malta tras ganar las elecciones. También está Serge Dessault, senador de la UMP (el partido de Sarko) y propietario del conservador diario Le Figaro. Y podría seguir, pero no es plan de aburrir al personal. Con estas amistades pues la comunicación gubernamental está asegurada.


En Francia, el presidente nombra al Primer Ministro y a los ministros. Aunque en el caso de Nico, uno se pregunta para que los ha nombrado, porque los pobres no hacen casi nada. Están digamos, eclipsados por el gran Sarko. Sólo salen a dar la car los miércoles, que toca sesión de control en la Asamblea Nacional y cuando hay problemas. Realmente, el gobierno pinta más bien poco. Quienes realmente manejan el cotarro son los consejeros del presidente: Claude Géant (secretario general del Eliseo) y Henri Guaino (el hombre de los discursos). Pero hay muchos más. Nos los voy a citar a todos porque no acabaríamos nunca. Digamos, que todos ellos forman el gabinete en la sombra, una especie de gobierno paralelo.


La oposición, esa gran desconocida

Y ante tanto poder personal, ¿Donde está la oposición? Aquí no tenemos a un Mariano Rajoy que está todo el día raca, ni a una Cospe ni a una Soraya. El partido Socialista, en la oposición desde que Lionel Jospin dejó de ser primer ministro, es como los fantasmas, invisible. ¿Donde están los socialistas? Esa pregunta se la llevan haciendo los franceses desde que murió Mitterand. Pues donde andan, pues peleandose. Bueno, ahora un poquito menos, pero las espadas siguen en alto. La eterna lucha por el poder.


En el partido socialista frances tenemos por un lado a los elefantes. Los llaman asi, porque no hay manera de que se larguen y dejen paso a otra generación. Ahí siguen, como Fraga sirviendo a su partido hasta que la muerte les separe. Algunos los llaman tenores (que suena más bonito y menos bestia). Estos señores sobrepasan ya los 60 años, pero lo mejor de todo es que siguen siendo presidenciables, vamos potenciales candidatos a quitarle el sillón a Nico en 2012. Algunos de estos señores son el propio Jospin, Laurent Fabius (antiguo primer ministro y amante de Carla Bruni), Dominique Strauss-Kahn (presidente del FMI). Y hay otros más , pero los más importantes son estos. Cada uno de ellos tiene una corriente de fieles e incondicionales detrás (por si cae algo en algún momento). De hecho cuando la prensa habla de cualquier socialista siempre lo acompañan de "próximo a". Y estas corrientes han hecho que el pensamiento ideológico y los programas socialistas se hayan hecho a través de sintesis, para contentar a todos. Sintesis elaboradas en los congresos sin luz ni taquigráfos y de las, que como dice la prensa francesa, sólo ellos tienen el secreto.


El gran maestro del arte de la sintesis ha sido durante 11 años François Hollande, un señor que ha sido primer secretario del PS, y que es idéntico a Florentino Pérez, el presidente del Madrid. Ahora el hombre se dedica a sus quehaceres y por supuesto a prepararse para ser candidato en 2012. Que si los demás quieren, pues él no va a ser de menos. Muchos le hechan la culpa del estado actual del partido socialista. Una formación dividida, que lleva años sin renovarse y a cuyo mando están siempre los mismos. Hace un año, Hollande por aburrimiento o por que se quiere dedicar a otra cosa dejo el cargo. Su sucesora ha sido Martine Aubry, hija de Jacques Delors, antiguo presidente de la Comisión Europea y creadora de las célebres 35 horas. La amiga Martine se presento al cargo como la candidata común de fabiusianos y strauskanianos (que en común sólo tienen el carnet de militante) para cerrarle el paso a Ségolène Royal, que fue la candidata en las elecciones presidenciales y aparte es la ex del amigo Hollande. Y ¡por qué la queríqn auitar de en medio? Pues porque tiene ideas renovadoras y le produce autentica alergía el aparato socialista. Vamos que no es como ellos, y eso no les mola. La mujer pues tiene buenas ideas , pero muchas veces le puede la verborrea y la suele cagar. Martine le ganó a Ségolène por 102 votos, aunque según un libro que se publicó hace poco Hold up PS los amigos de Martine hicieron pucherazo. Pero bueno eso ya es otra historia.


Desde que es Primera Secretaria del PS, Martine sale en la tele de pascuas a ramos y tiene auténtica alergia a los periodistas. Y en un país donde Sarko monopoliza el sistema mediático (sale hasta en la sopa), pues hace que la oposición no tenga una líder muy visible. Las pocas veces que sale casi siempre con retraso y a destiempo. Tuvo la genial idea de presentar un contra plan de relanzamiento económico, el mismo dia de la investidura de Obama. En fin. Y si a esto le sumamos las diferencias ideológicas que hay entre las distintas corrientes, que hace que a veces cada uno diga una cosa distinta, pues la oposición es invisible.


Bueno como habéis podido apreciar la política sigue siendo igual de pesada a uno y a otro lado de los Pirineos. Pero al menos uno puede reirse un rato viendo fotos como las que tiene mi jefe en su despacho: la del guiñol de Sarko.

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