jueves, 24 de septiembre de 2009

Capitulo 1: La educación ante todo

Aquí llevo ya una semana y media instalada en Toulouse, tiempo en el que he podido observar un poco las costumbres de los especímenes locales. Cuando aterrizé aquí lo que más me llamó la atención es la educación que tienen los franceses. Son super hiper mega educados, très polis, como se dice en su idioma. Siempre que se dirigen a tí te miran con una medio sonrisa en la cara mitad amables, mitad hipócritas y con cierto aire de ñoños (es el adjetivo más correcto para describirlos). A veces me parecen demasiado relamidos. No es que en España no tengamos educación (que la tenemos, pero a nuestra manera), pero no somos tan repelentes (suena un poco fuerte pero es asi). Cuando uno es de fuera y llega a un sitio nuevo en el que lo poco que conoce se lo ha leído en la Wikipedia, se agradece tanta amabilidad, pero siempre que terminas de hablar con alguien te queda esa sensación de si realmente lo que dice lo siente o simplemente es un hipócrita.



Cuando uno va a hacer la compra, a comer al McDonnalds o tiene que llamar a alguien hay cuatro palabras que siempre tienen que estar presentes, digamos que las palabras mágicas, gracias a las cuales tu interlocutor te va a tomar en serio y no a pasar de ti. Las palabras en cuestión son las siguientes: Bonjour/Bonsoir (que hay que empezar a decirlo a partirde las cinco de la tarde, aunque el sol tdavía te queme en los ojos), S'il vous plait , Merci, y la mejor de todas, Bonne Journée o Bonne soirée. Sí, si, hay que hay que desearle a todo el mundo que tenga un buen día, aunque no te haya ayudado en nada. Como me paso el otro día. Me mandaron, junto con otra becaria, a hacer un sondeo express a la población local acerca de que les parecía que peatonalizaran el centro de la ciudad. La inmensa mayoría acudía a la socorrida excusa de tengo prisa, para no contestar y no sacar una foto de su careto. Pues a pesar de que pasaban de tí tocaba de decirles "Que tenga un buen día", acompañdo de tono rintintin. Cosa que me molestaba bastante tener que hacerlo, con un "Gracias, Adiós", van que chutan. Pero como dice el refren y mi santa madre que me lo recuerda, Donde fueres haz lo que vieres.

Esa educación, se puede ver también en el autobús. Cierto, que no todo el mundo lo hace pero hay bastantes que si. Cuando se abre la puerta del autobús y el sujeto se baja, antes de poner los pies en la acera se dirige al conductor y le lanza un Merci, Bonsoir (con tono de desearselo). Es muy fuerte. En España muchas veces, el personal ni saluda al conductor del autobús, pasa su tarjeta y punto. ¡Cómo para darle las gracias por el viaje!. Las mismas gracias que le tienes que dar a un conductor cuando para en paso de peatones (su obligación por otra parte). El gesto es muy simple; antes de cruzar, miras al conductor y levantas la manopla en señal de agradecimiento. Muy fuerte.

Pero hay excepciones

Como dice el dicho que siempre hay una excepción que confirma toda regla, la he encontrado. Por lo poco que estoy viendo, una de las grandes manias de los gabachos es no dejarte abrir la boca, cuando te están contando algo que a su juicio es super interesante (y a ti pues te da igual). Me ha pasado varías veces. Cuando suelo hablar con alguien para pedirle más información para completar mis articulos, le encanta darle a la sin hueso, es una cosa... pero te dicen practicamente todo lo que necesitas saber. Tiene su ventaja, porque asi me ahorro hacer muchas preguntas y no notan tanto mi acento extranjero. Aunque si lo notan, muchas veces ni te dicen nada. Un alivio. Pero también tiene sus inconvenientes, cuando alguien te habla tanto y el tema es interesante y quieres dar tu opinión, pues ya para cuando termina se te ha olvidado lo que ibas a decir. Me suele pasar con algunos de mis compis de curro, sobre todo cuando me hablan de España y de lo que saben de ese nuestro país. Tengo una teoría de porque lo hacen. Creo que es para que vea, que están interesados en mi país, y que lo conocen. Un signo de educación digamos, porque para los franceses antes que ser simpático, hay que ser educado.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Capitulo 1: Presentación

Hola a tod@s.

Cuando uno empieza un blog, lo más lógico es presentarse a sus posibles lectores. Así que ahí va mi presentación. Me llamo Maite, tengo 22 años, soy de Pamplona y en febrero terminé la carrera de Periodismo. Como pienso que los trenes sólo pasan una vez decidí intentar conseguir una beca Leonardo para hacer prácticas en el extranjero, concretamente en Francia. Después de mucho pelear y recibir más respuestas negativas que positivas, al final conseguí una práctica en un medio de comunicación de Toulouse. Allí voy a estar los próximos seis meses, tiempo en el que a través de esta bítacora "Crónicas desde Gabacholandia" (título escogido desde el cariño y sin acritud) os narraré mis aventuras en el país de Moliere, Robespierre, la Revolución, Napoleón, y por supuesto de Nicolas Sarkozy y Carla Bruni. Pero no sólo mis avatares personales tendrán hueco en este blog, también os hablaré de Francia, de sus habitantes, sus costumbres, su presidente, y demás cosas para que podáis conocer un poquito como es la vida más allá de los pireneos.

Por supuesto todos vuestros comentarios son bienvenidos, tanto si queréis comentar los posts, criticarlos, alabarlos o si simplemente os gustaría que escribiese alguna entrada sobre un tema en concreto.

También aprovecho estas líneas para invitaros a leer mi otro blog Mi punto de vista, que aunque ahora esté un poco descuidado procuraré actualizarlo todo lo posible.

Nada más, espero que disfrutéis con el blog. Buena lectura a tod@s